Siempre me ha llamado la atención la fotografía de calle, pero nunca me atrevía a salir a la calle. Este taller me ha abierto las puertas a un universo maravilloso, lleno de colores y formas desde una nueva mirada. Tanto la teoría como la práctica han sido muy interesantes y han logrado que dé ese pasito y he disfrutado muchísimo poniendo en práctica lo aprendido. El taller de carnaval fue una explosión de estímulos, pero que gracias a los ejercicios propuestos, logramos centrarnos y disfrutar al máximo de la fotografía de calle. Si, además, añadimos que todo estaba pensado y cuidado al detalle, el resultado fue un increíble fin de semana en el que quitamos miedos y disfrutamos de la fotografía en un ambiente inmejorable. Lo repetiría una y mil veces.