La fotógrafa Ruth Montiel Arias ha inaugurado las ponencias del domingo 10 de noviembre de 2024 en el Simposio Nacional de Fotografía de Autor ‘Jardín Remoto Experience’. Graduada en Artes Aplicadas y muy interesada en la lectura de estudios sobre la imagen, Montiel Arias descubrió la fotografía como una herramienta «muy potente para comunicar”. Militante en la lucha por los derechos de los animales, Ruth explica a los asistentes de Jardín Remoto Experience cómo aplica “el potencial” de la fotografía como herramienta para su militancia.
La ponente de Jardín Remoto Experience 2024 Ruth Montiel Arias (Palmeira, A Coruña, 1977) ha comenzado su exposición en el teatro del convento de los Menesianos de Nanclares de la Oca confesando a los asistentes se siente una “intrusa”, para ella “la palabra fotógrafa es enorme”. “Yo soy más punky”.
Para Ruth Montiel Arias la fotografía es “una herramienta” que respeta y valora “muchísimo”.
A esta fotógrafa gallega graduada en Artes Aplicadas, le interesa ver fotografía, pero más leer estudios sobre la imagen.
En sus inicios, Ruth Montiel Arias realizaba intervenciones artísticas en la naturaleza, como ‘Cromlech9 (2011) , siempre vinculadas a nuestro acercamiento como seres humanos al medio natural y el trato que le damos.
Estas instalaciones efímeras se iban “degradando en los propios espacios”.
Lo siguiente fueron “proyectos más instalativos” como ‘Milk’ (2011) en los que “seguía trabajando con códigos más apartados de la fotografía o no con la fotografía como eje central” y que acompañaba con vídeo.
«Hice también otro proyecto sobre la contaminación olorífica en la ciudad de A coruña, ‘Prácticas alquímicas para una ciudad’ (2015)», recuerda.
“Suelo tener proyectos muy tentaculares y éste fue uno de ellos”, explica, para añadir que en ‘Sin oro no hay hombre’ trató la fotografía “desde un ámbito más documental”.
Así, durante meses estuvo documentando los espacios de minas legales e ilegales en Sudáfrica y Perú, poniendo el foco en “las personas que defendían los territorios y en el propio trabajo o buen trabajo como era en Sudáfrica”, “Estuve conviviendo con personas del ámbito de los sindicatos en Sudáfrica y lideresas y ronderos en Perú”, recuerda y cita a una de ellas, Máxima Acuña.
La fotógrafa señala en su charla en Jardín Remoto Experience que a medida que avanzaba veía que este trabajo “venía con otros códigos” a la hora de materializarlo y así aunque la fotografía era su eje central, generó “muchísimo material a nivel conceptual, instalativo y de vídeo”. “Fue tan inmenso, que la parte difícil vino cuando tenía que decidir cómo contarlo al espectador”, apunta.
En este contexto, la fotógrafa afirma que piensa “mucho” en cómo va a recepcionar el espectador lo que quiere contar. A ello añade que siempre se rodea de “muchísimas personas” a la hora de trabajar e intenta “buscar a las mejores”.
Así señala que ‘Sin oro no hay hombre’ es “un trabajo de ellos” y esas personas lo compartieron en plataformas, en organizaciones, se “apropiaron” de él, lo cual fue “muy emocionante”, porque “para quienes comunicamos esto es como el ‘check’ de haberlo conseguido”.
Además, recuerda que este proyecto fue “muy amplio y expansivo” y dio lugar a su primera publicación, que era “como otro elemento más que aportaba a la exposición inicial que se hizo del trabajo”, un fanzine “muy pequeñito con una tirada bastante amplia”, con fotografías que no estaban en la exposición y un texto de la gestora cultural Nerea Ubieto Lo recaudado con su venta se destinó a una asociación que trabajaba con lideresas.
Montiel Arias continúa su charla en Jardín Remoto Experience reflexionando sobre el hecho de que después de este proyecto comenzó a “ver la fotografía como algo muy potente para comunicar” y cuenta que se generó en ella “un desdoblamiento”.
Montiel Arias, militante en la lucha por los derechos de los animales, vio “el potencial” que la fotografía como herramienta para esa militancia.
“Entendía que había que hacer un tipo de imágenes que me reclamaba la parte más militante, organizaciones con las que colaboro, colectivos con mirada antiespecista en los que trabajo, prensa…”, explica.
Además, incide en que en España “muy pocos” fotógrafos hacen ese trabajo y por ello consideró que tenía que hacerlo, aunque “no era lo que creía sobre cómo se tiene que utilizar la imagen”. “Esto generó una intersección en mi trabajo”, apunta.
De este modo, por una parte empezó a documentar incendios. “En Galicia tenemos una tradición extensa y en años de duración de los incendios”, apunta. Montiel Arias señala que ella iba “a trabajar”, pero no con la cámara, sino “en batidas, ayudando a sus compañeras”. “Justo en el momento en el que se puede acceder al incendio hacemos búsqueda, llevamos agua, kits de primeros auxilios y comida para si encontramos animales curarlos o llevarlos a los veterinarios”, detalla.
La idea es sacar a los animales de allí, pero “es muy difícil, porque muchos se calcinan y la mayoría que encuentras están muertos”. “Yo voy siempre con mi cámara y se produce ese desdoblamiento, sacar las imágenes que te piden en prensa o para los colectivos pero a mí me surge la necesidad de hablar desde otro lugar y para otro tipo de personas”, explica.
En este sentido, incide en que “es muy importante” para un fotógrafo “saber a quién queremos hablar”, porque ello va a servir “para focalizarnos”.
De estas experiencias con la cámara en los incendios surge ‘800 grados’ (2016-2023) materializado en una publicación a raíz de la invitación que recibió el año pasado en Córdoba (Argentina). Se hicieron dos ejemplares, uno se quedó en el centro cultural de España en Córdoba y otra la tiene ella.
De ahí nace su proyecto ‘El 2%’, que “es muy tentacular que empieza en 2020, sigue activo hoy y está focalizado en nuestra relación con los primates no humanos y en ese dos por ciento, que en realidad es un 1’8%, que nos separa”.
Según explica en este trabajo, además de una web con todo el material de documentación, entrevistas, etc, también conllevó la puesta en marcha de una especie “de laboratorio experimental” y una pequeña pieza audiovisual “muy experimental” que estuvo expuesta en Estados Unidos. “También hubo una publicación más de investigación, con textos muy específicos”, añade.
Montiel Arias reconoce que tuvo problemas con la publicación en el proceso de imprenta que “suele ser muy doloroso” para los fotógrafos. De ‘El 2%’ destaca que le ha permitido “seguir sumando códigos distintos” y también que le llevó a Estados Unidos, a un santuario de primates, de lo cual surgió otra publicación, ‘From harm to healing’. “Es un libro que está como en tierra de nadie pero para mi muy necesario”, señala.
Otro tema que ha abordado esta fotógrafa y del cual habla con todo detalle en Jardín Remoto Experience es la caza, una cuestión que al igual que la anterior “parte más” de su militancia.
“Conozco unos cazadores, se me da la oportunidad de acompañarles y durante dos años voy con ellos”, explica. De ahí surge ‘Bestiae’ (2020), que “reflexiona sobre la dominación animal a través de la caza”, un proyecto al que, además de un fotolibro, acompañan “otros tipos de piezas y códigos”, como, por ejemplo, videoarte.
Para publicar ‘Bestiae’, Ruth Montiel Arias llevó a cabo un crowdfunding, “aupada” por Olmo González que le acompañó en la edición. “Fue un proceso tremendamente duro, fue en plena pandemia y son muchas horas y dedicación”, recuerda, pero “al final gracias a 280 personas el libro salió”.
La fotógrafa explica que para ella era “muy importante generar preguntas” con este proyecto, porque también para ella fue “un proceso de aprendizaje, de entender, de ver dónde están los límites”. “Eso tenía que estar en el proyecto que fue muy poderoso a nivel de transformación personal”, incide.
Así explica que durante el proceso de construcción de lenguaje fotográfico Olmo le hizo ver “varias cuestiones con las que me costaba mucho trabajar” relativas a “la balanza de dónde te pones”. “No tengo problema en rehacer trabajos de cero si de otra forma no van a llegar a las personas que quiero”, reconoce sobre esta cuestión.
En su ponencia en Jardín Remoto Experience Ruth Montiel Arias ha presentado su último trabajo, ‘Ánima’ (2019-2023), sobre la matanza del cerco y el paralelismo de esa tradición con la creencia mitológica de la Santa Compaña, que “tiene un paralelismo” con ‘Bestiae’, pero en el que no se da ese “desdoblamiento” del que hablaba anteriormente.
Montiel Arias quiso abordar este proyecto desde “códigos del simbolismo y el arte” y hacerlo también viviendo “mucho” la experiencia, hablando “con todas las personas involucradas” e intentando “entender todos los mecanismos”.
A su juicio, ese proceso es “muy enriquecedor porque te ayuda a entender la mente humana”. “Me acuerdo de hablar con la persona encargada de matar el primer cerdo, además no le salió bien la primera vez y fue bastante agónico para el animal”, relata. Según recuerda, “hubo un momento que dijo que no le gustaba hacerlo, pero lo hacía porque alguien lo tenía que hacer”. Para esta fotógrafa “las miradas de la gente, cómo actúan, le hacen ver con qué códigos” quiere contarlo.
Tras confesar que “fue una experiencia muy personal e introspectiva” que le llevó a “toda una parte mística” suya, explica que en ese proyecto tuvo “muy, muy claro” que tenía que dar lugar a un fotolibro.
Como cierre a su ponencia en Jardín Remoto Experience 2024, Ruth Montiel Arias recomienda a los asistentes al simposio nacional de fotografía de autor “tirar hacia adelante a tope si se cree en lo que uno está haciendo” y “si te cierran las puertas tienes que abrir otras”. Para ella “hay que seguir trabajando y juntarte con las mejores personas posibles porque si tu trabajo es honesto van a querer ayudarte y formar parte del proyecto”.
“Hay que involucrarse e involucrar a todo el mundo en estos proyectos”, opina.
Finalmente, señala que pese a su militancia y su posicionamiento público a favor de los derechos de los animales “siempre” a tenido “buena relación con la gente” cuando ha trabajado en estos proyectos.
“Me interesa lo que hacen y pregunto mucho y, a veces, voy viendo también hasta dónde puedo hablar”, explica.
Finalmente, señala que también forma parte de su trabajo “acceder a esos espacios y acompañar a esta gente”. “Sólo hubo una vez que un cazador en el sur me preguntó, le salió del alma, si me gustaba la caza y le dije , también me salió del alma, que no, pero que quería documentarlo y ya”, concluye.
Además de impartir su ponencia en Jardín Remoto Experience, Ruth Montiel Arias ha revisado los portfolios de los asistentes al simposio nacional de fotografía de autor.
Montiel Arias ha dedicado la tarde del domingo 10 de noviembre a descubrir y analizar los proyectos fotográficos presentados por Ligia Berg, Izaskun Pérez, Leonor Uriarte, Jorge Bravo, Leire Mon, Endika Díaz, Pedro A. González, Azucena García, Ángel Valencia, Juanjo Martínez, Susana Navaridas y Maryge Rosado.
Ruth Montiel Arias ha dedicado 15 minutos a orientar a cada uno de estos fotógrafos interesados en recibir sus consejos y orientación fotográfica.
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