En su ponencia en el Experience, el fotógrafo Aleix Plademunt relata que cuantos más lugares, laboratorios, entrevistas con científicos hacía para avanzar con este proyecto “más preguntas se abrían y más líneas de investigación y curiosidad”. “Para mi la fotografía es como esa universidad a tiempo completo” y “la excusa es hacer unas fotos para aprender cosas”, reconoce.
Para Plademunt fotografiar es “intentar canalizar esa curiosidad que todos tenemos y resolver esas inquietudes”. Fueron nueve años de trabajo, en lo que, además de conocer “cómo se forma todo, cómo se transforma la materia”, lo hizo por cosas como, por ejemplo, un robot que se parezca a los humanos, un robot que se parezca a nosotros, una bomba atómica que destroce todo o cómo cambia el paisaje con una explosión volcánica o un hongo.
En la última parte de su libro ‘Matter’ de 640 páginas sin texto con 603 fotografías, indica que trabajó “con una cuestión más sobre de dónde se extraen los materiales y su explotación y la relación España, Latinoamérica y Bélgica con el Congo”. “En mi cabeza todo esto que hacía que parecía un disparate, tenía sentido, había un microsegundo en mi cerebro en el que veía que todo estaba ordenado”, apunta.
Además, se muestra “muy conforme” con cómo ha desarrollado este proyecto que se materializa en un libro que también tiene 24 páginas finales de textos que “amplían el significado de cada imagen, que puede ser una cosa, pero también otra.
En la portada y contraportada pueden verse formas muy primarias, dos rectángulos negros con círculos blancos, “algo iniciático y simple”. Sin embargo, la imagen de portada es el oráculo del Panteón, dedicado a los dioses del cielo, con la bóveda celeste y el orificio, única fuente de luz del templo, que simboliza el sol; mientras que la fotografía de contraportada es el sol tomado con un telescopio. A su juicio, esto es “casi como una declaración de intenciones de este libro” en el que nada es lo que parece, o puede que sí. “Hago las fotografías de forma que el espectador no sepa qué son sino se lo digo”, añade.
‘Matter’ no contó con un plan inicial tampoco, según señala Plademunt, que una vez más apunta a que “se fue construyendo poco a poco” y también “alargándose. “Pasé temporadas en México, en Japón, sentía que tenía que ir a esos sitios y sentir cosas muy concretas de las que quería hablar en el libro”, recuerda.
Finalmente, señala que su intención era “mostrar nuevas relaciones de imágenes, para repensar nuestra posición como humanos en el mundo”.