La exposición ‘Cuentos’ de Pierre Gonnord reúne del 1 de febrero de 2023 al 17 de marzo de 2023 en la Sala del Rectorado de la Universidad de Málaga, cuyas paredes han sido pintadas de negro, nueve dípticos que muestran un retrato y un pájaro, seis fotografías de paisajes y una secuencia de las primeras horas de vida de una lechuza.
«Se humaniza al animal y se animaliza a los humanos», afirma Pierre Gonnord, que llama a la reflexión sobre la relación entre los humanos y los animales y sobre la naturaleza, a la que «se ha dejado de respetar».
Este proyecto fotográfico coloca en el mismo espacio a un pájaro y a una persona, a pesar de que Pierre Gonnord no quiere que se les compare.
El comisario Sema D’Acosta afirma que «no se trata de buscar relaciones concretas entre los animales y las personas, cada uno que encuentre su mundo».
Historias humanas como la de un minero español que muestra su rostro carbonizado que comparte cuadro con la fotografía de un búho.
Se trata de una serie inédita que se ve por primera vez ahora en España acompañada de una variada selección de paisajes.
Este punto de partida nos sitúa en un lugar ambiguo que no sólo habla de nuestra relación con los animales, sino que nos lleva a un intersticio más profundo que nos acerca a determinadas cuestiones atávicas afianzadas en el imaginario colectivo, en particular aquellas que tienen que ver con la incertidumbre y los enigmas de la naturaleza.
Si nos alejamos de los entornos urbanos que determinan la sociedad actual, si nos dejamos llevar por la imaginación y el inconsciente para adentrarnos en un territorio mitológico hoy silenciado por el pragmatismo y la competitividad, afloran en nosotros elementos latentes que responden a arquetipos ancestrales que inundan siempre y en cualquier región del mundo los cuentos infantiles.
Ese temor a lo desconocido que significan los enclaves misteriosos aviva nuestros miedos más íntimos y, de algún modo, despierta nuestro lado intuitivo, la parte interior donde guardamos las emociones más recónditas, ésas que se van silenciando cuando nos vamos haciendo adultos.
Si el hogar es el refugio, el bosque con sus animales salvajes representa los peligros a los que debemos enfrentarnos al crecer, un espacio simbólico que se se afronta y entiende, nos permite alcanzar una verdadera madurez.