Nacido en Douglas en la Isla de Man, Killip trabajó como fotógrafo comercial independiente en la década de 1960, antes de dedicarse al documental.
En 1975 se le concedió una beca de dos años para fotografiar en el noreste y la primera evidencia de la importancia de sus imágenes llegó en mayo de 1977, cuando la revista Creative Camera dedicó un número completo a su trabajo en progreso.
En 1985, apareció junto a Graham Smith en la exposición ‘Another Country: Photographs of the North East of England’, en la Serpentine Gallery de Londres.
Al igual que ‘In Flagrante’, tuvo una grandísima repercusión en las siguientes generaciones de fotógrafos.
A pesar de eso, Killip no recibió el reconocimiento que merecía por parte de las principales instituciones de arte y fotografía británicas.
Ahora hace ocho años, en 2012 el Museo Folkwang de Essen le dedicó una gran retrospectiva.
Killip hizo varios libros después de In Flagrante, incluido ‘Here Comes Everybody’, que recopiló sus fotografías irlandesas, Seacoal y Arbeit / Work.
En los últimos años, volvió a visitar su archivo fotográfico después de que su hijo Matthew descubriera una serie de sus hojas de contacto que permanecían escondidas cual tesoro abandonado.
El resultado fueron cuatro fanzines de gran formato: ‘Portraits’, ‘The Station‘ , ‘Skinningrove’ y ‘The Last Ships’, todos publicados en 2018, dos años antes de su muerte.