El comisario de esta exposición de Arthur H. Fellig, Weegge (Zólochiv, Ucrania 1899-Nueva York, 1968) es el director de la Fondation Henri Cartier-Bresson Clément Chéroux, autor del catálogo ‘Weegee, autopsie du spectacle’.
La obra de Weegee encierra en cierto sentido un enigma que esta exposición que se inaugura coincidiendo con el inicio del curso 2024-2025 en la Sala Recoletos de la Fundación Mapfre en Madrid pretende desentrañar.
Sus fotografías del hampa y los círculos marginales de la noche neoyorquina de los años 1930 y 1940 alcanzaron en seguida un amplio reconocimiento internacional.
Pero no ocurrió lo mismo con las fotografías que realizó tras instalarse en Hollywood en 1948: imágenes de la alta sociedad californiana y la vida social de las grandes celebridades del cine, a quienes retrata de forma casi siempre marcadamente irónica o satírica, a veces (es el caso las “fotocaricaturas”) como resultado de su trabajo posterior en el laboratorio. En su momento, la crítica recalcó la radical oposición entre uno y otro periodo, en un juicio que abiertamente ensalzaba al primero y desdeñaba las imágenes del segundo. En esas fotografías de su experiencia californiana (1948-1951) Weege expresaba su visión crítica de la sociedad y la cultura desde una perspectiva que se adelantaba a los conocidos análisis culturales y sociales en torno “la sociedad del espectáculo” (Guy Debord).
Weegee. Autopsia del espectáculo pretende mostrar la profunda coherencia que, más allá de sus diferencias estilísticas y temáticas, enlaza esas dos etapas, así como poner de relieve la actualidad de la mirada crítica desde la que las imágenes de Weegee muestran los rasgos y mecanismos de nuestro tiempo como “sociedad del espectáculo”.
El enigma de Weegee
Hay un enigma de Weegee. La carrera del fotógrafo norteamericano parece dividirse en dos. En primer lugar, las noticias que fotografió para la prensa neoyorquina entre 1935 y 1947. Luego, las fotocaricaturas de personajes públicos que realizó durante su etapa en Hollywood, entre 1948 y 1951, y que continuó hasta el final de su vida. ¿Cómo pueden coexistir estos dos cuerpos de trabajo, diametralmente opuestos, dentro de una misma obra fotográfica? Los exégetas se han complacido en reforzar el contraste entre estas dos épocas, alabando la primera y odiando la segunda. El presente proyecto pretende reconciliar a los dos Weegees mostrando que más allá de las diferencias de forma, el enfoque del fotógrafo se basa en una coherencia crítica real. La cuestión del espectáculo está omnipresente en Pauvre de Weegee. En la primera parte de su carrera, que históricamente corresponde al auge de la prensa sensacionalista, participó activamente en la transformación de la noticia en espectáculo; Para demostrarlo, suele incluir espectadores u otros fotógrafos en el primer plano de sus imágenes. En el segundo periodo, se burla de la espectacularidad de Hollywood: sus glorias efímeras, las multitudes que las adoran y la mundanidad que las rodea. Unos años antes de la Internacional Situacionista, Weegee ofrece a través de sus fotografías una crítica incisiva de la sociedad del espectáculo.