La playa es un lugar de gratos recuerdos para el fotógrafo: desde muy joven la visitaba regularmente con su familia y más tarde con sus amigos. Durante los últimos siete años, Ferdous ha vivido en Nueva York y ha trabajado como fotoperiodista; sin embargo, incluso allí, ha continuado su interés por la vida en la playa, tomando fotografías en las playas cercanas. Sin embargo, la etiqueta y el comportamiento de los bañistas en Estados Unidos son fundamentalmente diferentes de la vida tradicional en la playa en Bangladesh. Tomar el sol en Cox’s Bazar Beach está mal visto e incluso nadar no es común. Se trata más de pasear por la playa y socializar con familiares y amigos; Incluso se sabe que las empresas vienen a la playa con sus empleados. Por supuesto, las actividades recreativas han cambiado significativamente en las últimas décadas y ahora existen oportunidades para practicar jet ski, paravelismo, kayak, equitación y surf. Esto también implica la presencia de socorristas en la playa. Sin embargo, a pesar de todas las influencias globales y la cultura de estilo de vida occidental, la vida en la playa aquí sigue estando definida esencialmente por la tradición: los bañistas visten sus mejores trajes y caminan tranquilamente por la arena. Esto facilitó al fotógrafo encontrar sus motivos. “Tenía un plan específico en mente a la hora de hablar con la gente”, recuerda. “Lo hice de forma espontánea y me dejé guiar por mi curiosidad y conexión emocional. Simplemente deambulé por la playa durante un par de horas, escuché mi intuición y dejé que las escenas se desarrollaran de forma natural. Para ser honesto, no fue ningún desafío acercarse a las personas y pedirles que las fotografiaran. En la mayoría de los casos cooperaron y estaban dispuestos a participar”.

Aun así, las imágenes no son simples instantáneas. La serie, creada a lo largo de los últimos cuatro años, está determinada por un concepto cuidadosamente escenificado: al tomar fotografías durante los meses de invierno, y siempre al mediodía, Ferdous también utilizó fuentes de luz artificial adicionales para crear la iluminación radiante que buscaba. Así se creó una serie que describe su lugar de recuerdos nostálgicos, al mismo tiempo que toca temas de actualidad: el consumismo y el lujo se cuelan en las imágenes; así como los signos visibles del cambio climático, revelados por la erosión del suelo. Ferdous también es muy consciente de que a sólo unos kilómetros de distancia se encuentra otro foco sociopolítico. Como fotoperiodista, en el pasado fotografió repetidamente el enorme campo de refugiados de los rohingya, que encontraron refugio del genocidio en Myanmar muy cerca de Cox’s Bazar. Sin embargo, su nueva serie “Sea Beach” siempre tuvo como objetivo ser un examen claramente artístico del lugar.