En esta segunda edición, al igual que en la de 2024, los ocho proyectos seleccionados como ganadores retratan fotográficamente los intereses y anhelos de ocho autores vascos que están desarrollándose en el territorio.
El fotógrafo ganador del territorio de Aretxabaleta, Jon Ander Alberdi, ha retratado los caseríos abandonados que componen el paisaje de Aretxabaleta, cuyas ruinas guardan la memoria de los agricultores, pastores y molineros que los habitaron hasta el siglo pasado. Este proyecto refleja las huellas de los usos del paisaje que históricamente ha sido hogar y sustento de los habitantes de Aretxabaleta.
El fotógrafo ganador de Gipuzkoa, Telmo Sánchez Ugalde, presenta un proyecto homenaje a su tío abuelo Sebastián, alpinista del Goierri fallecido en una expedición de montaña en el pirineo francés. Se trata de un trabajo de memoria con fotografía de archivo familiar convertido en una exploración más amplia sobre la identidad y la representación visual del paisaje del Goierri en el que creció y vivió este expedicionario vasco.
Un proyecto que reflexiona en torno al vínculo entre el ser humano y el paisaje como una representación visual y emocional de nuestra identidad más profunda.
En la categoría de Araba, la ganadora de esta edición, Leonor Uriarte, plantea un proyecto realizado a caballo entre las provincias de Bizkaia y Araba. El trabajo está compuesto por fotografías del paisaje realizadas desde el autobús que conectaba a la artista con la capital vasca, en la que la que su hijo enfermo estuvo ingresado durante los años 2021 y 2022.
Durante dos años, a primera hora de la mañana y al acabar el día, la autora coge este este autobús que conecta las dos provincias. La fotógrafa disfruta de cientos de horas del inmenso paisaje vasco en movimiento. Tras los cristales, retrata la grieta de la normalidad y del estado de conciencia en semejanza de situaciones adversas y de precariedad.
El ganador del territorio de Bizkaia, Iñaki Izquierdo Muxica, retrata su localidad natal, Sestao, enfocando los restos de su cultura industrial. Presenta fotografías de contenido agridulce y trágico, para reflejar con añoranza la pérdida del duro paisaje de la Margen Izquierda.
El proyecto ganador por Nafarroa lo firma Ainhoa Tejerina, que ha realizado una exploración visual los carnavales rurales navarros de Zubieta, Lesaka, Lantz, Unanu, Altsasu y Erriberri.
La autora se vale de retratos, escenas y detalles para retratar los ritos y las expresiones más primitivas, simbólicas y arraigadas de la cultura popular en Euskal Herria buscando retratar lo invisible.
El proyecto ganador de Lapurdi corresponde a la fotógrafa Séverine Dabadie, que ha retratado los últimos viajes del último atunero del puerto de Donibane Lohizune, el último barco heredero de un pasado próspero del que ya apenas queda memoria en el puerto, pero que sigue siendo testigo de la historia de este puerto de Iparralde. La fotógrafa se embarca en el Airosa para homenajear a los últimos marinos de este barco de pesca antes de que la espuma del mar esconda la herencia de la costa pesquera de Lapurdi.
El proyecto fotográfico ganador del territorio de Nafarroa Beherea es de la fotógrafa Camille Chopin, que ha retratado la identidad queer en Euskal Herria (queer es un término que se utiliza para describir a las personas que no se identifican con las categorías tradicionales de género o sexualidad). La autora retrata a ocho personas queer que viven o han crecido en entornos rurales en Euskal Herria, muy arraigados a las tradiciones locales.
Finalmente, el proyecto fotográfico ganador de Zuberoa de la fotógrafa Eliane Heguiaphal retrata la vida de un viejo pastor que dedicó toda su vida a cuidar sus ovejas en la zona conocida como ‘Bosmendiak’ en el valle de Ibar-eskuin (Alcay-Lacarry). Se trata de un trabajo documental que refleja la añoranza de la fotógrafa a aquellos paseos por los picos de este que compartió con el pastor ahora fallecido, a modo de homenaje.