Las diseñadoras de fotolibros Tapas Duras inspiran a los jardinautas en el Experience 2024
- Texto: Sandra Remón y Ángela Redondo
- Foto: Adriana Fariñas
Las diseñadoras de fotolibros Blanca Sanfélix, Laura Donate y Mati Martí, del estudio Tapas Duras, han protagonizado la tercera ponencia de Jardín Remoto Experience 2024 este sábado 9 de noviembre en el convento de los Menesianos de Nanclares de la Oca (Álava). Las diseñadoras de la Colección Jardín Remoto Books han mostrado sus trabajos personales como fotógrafas y sus libros de fotografía editados en conjunto como diseñadoras.
Laura, Blanca y Mati: ‘Tres tapas mejor que una’
El colectivo Tapas Duras ha protagonizado una ponencia coral para presentar la colección de fotolibros de Jardín Remoto promovida por el creador de este Metaverso de la Fotografía, el periodista, fotógrafo y profesor de fotografía, Gustavo Bravo.
Blanca Sanfélix, Laura Donate y Mati Martí explican que “cada libro tiene un proyecto distinto, pero las portadas tenían que tener todas algo en común».
El primer número de Jardín Remoto Books se llama ‘Flama’ y su autora es la jardinauta Marta Momu, ganadora del Certamen Jardín Remoto 2023.
“Gustavo no quería que fueran las fotos y ya, sino que tuviera cierta personalidad y lo resolvimos con degradados que va muy bien con las fotos·, explican. Además, señalan que como editorial también les gusta “apostar por artistas locales”.
Como consejos para quienes quieran hacer un fotolibro, Laura Donate dice que “aunque no te puedas permitir las tapas duras” o un libro con muchísimas fotos, “se pueden hacer cosas”. “Se puede resolver algo en cuatro páginas grapadas, puedes contar un tema de forma simple”, asevera.
En cuanto al papel en esta era digital, Mati Martí apunta que “lo físico, el contacto te atrapa. “Es directo, los libros los puedes tocar, oler, dejar, es más poético, quizás es algo romántico pero me gusta”. Por su parte, Blanca Sanfélix añade que “los libros te aportan mucho más que la foto, los papeles, los espacios”. “Ver un libro de foto es como ver una peli en el cine o leer un libro, es muy distinto a una pantalla”, añade.
Mati Martí, diseñadora de fotolibros en Tapas Duras
Tras explicar que las tres diseñadoras se conocieron en un concurso de ‘book jockeys’, que es como hacer de Dj con música y con libros con una cámara encima, y contar una historia pasando las hojas y cambiando de publicación, Mati Martí comenzó la ponencia de Jardín Remoto Experience explicando que “somos de tres generaciones diferentes, tenemos muchos puntos en común y también desencuentros.”, explica Mati Martí (1969) que autodefine a ella y sus compañera como “un mix un poco punky, grounge con un punto Beyoncé”. Esta editora y fotógrafa cursó en 2011 el Máster Fotografía, Arte y Técnica de la Universidad Politécnica de Valencia y su primer proyecto en esa formación fue ‘Habitar 52’, que desarrolló durante 52 semanas en su casa de 72 metros cuadrados a partir de la premisa de intentar “ser más consciente” de una vida que se le escapaba entre los dedos. Usó, según explica, todas las cámaras disponibles, “medio formato analógico, Instax, cámaras digitales, iPhone” para documentar “lo que ocurría cada día, lo ordinario, lo común, lo infraordinario” y se planteó “cómo dar cuenta de ello, interrogarlo y describirlo”.
Así explica que, por ejemplo, a la hora de comer, preparaba la comida, se la comía y hacía una foto cenital al plato; otro documentó cuántos productos fungibles consumía al mes, también documentó durante un mes cada amanecer y puesta de sol en su casa o cuantificó cuanto tiempo pasaba fuera de ésta. “Es un proyecto muy chorra porque todos vivimos lo mismo”, apunta, sin embargo, reconoce que aprendió “mucho” sobre su vida.
“Cada vez iba aprendiendo más sobre ese territorio que era mío y al final fue público”, reflexiona.
En 2016 comenzó a interesarse “por el espacio público y su concepto político”, de ahí surge ‘Territorio boom’ sobre el parque natural valenciano la Dehesa del Saler. En este proyecto, Martí reivindica este espacio natural que casi hace desaparecer el plan urbanístico franquista TEVASA y que gracias a la oposición ciudadana nunca llegó a completarse.
La fotógrafa muestra la parte natural en sus imágenes y las acompaña con las cifras de metros cuadrados que ocupa cada edificio construido en el mismo dentro de ese plan urbanístico fallido, en total 2.970 metros cuadrados.
Otro proyecto que firma esta fotógrafa, relacionado “con el territorio y el concepto de lo público como algo muy político” es ‘Red’, vinculado al circuito de F1 de valencia, activo de 2008 a 2011 y que costó 300 millones de euros. “Me interesé en este proyecto porque me ancla lo emocional con Nazaret (donde nació) y el Grau, los dos barrios más pobres de Valencia y los más castigados políticamente”, explica Martí, que sintió “la necesidad de hablar de esto”.
Según reconoce, tuvo “problemas para desarrollar fotográficamente este proyecto” y aunque hizo un recorrido fotográfico “muy de archivo”, no le sirvió. Sin embargo advirtió que “todo el vallado estaba reventado por los vecinos que se habían apropiado de ese territorio que les habían arrebatado” y señaló con spray de pintura esas entradas al circuito y con esas imágenes generó una serie.
“Me di cuenta de que muchas de las entradas del vallado estaban estandarizadas y pedí a un carpintero que me hiciera esos huecos y voy jugando a cerrar y abrirlas”, señala. El título de este trabajo, que dio lugar a un fotolibro, se explica “porque rojo se vincula a lo prohibido” y a la vez hace alusión a la “red de corrupción política local”.
"Se puede resolver algo en cuatro páginas grapadas, puedes contar un tema de forma simple”
- Tapas Duras
Laura Donate, del diseño web al de libros fotográficos
Tras Mati Martí, ha tomado la palabra Laura Donate, que ha presentado su proyecto ‘Corners’, en el que se dedicó a fotografiar esquinas, porque era algo que le atraía. “Fue mi primer trabajo de diseño editorial, porque he hecho diseño web y de packaging”, recuerda, para añadir que enfrentarse al papel le permitió “desaturarse” de su trabajo profesional.
«Enfrentarme al papel me permitió desaturarme de mi trabajo profesional».
El siguiente proyecto en el que se embarcó fue ‘Quieto’. “Tengo un problema de tiempo y lo que hice es usar mi tiempo en el supermercado para fotografiar, primero a los perros que esperaban a sus dueños en la puerta y luego a las personas que iban a hacer la compra, explica.
La fotógrafa y editora confiesa que para ella este trabajo supuso “un juego” para enfrentarse al “ retratar a personas sin miedo”.
Además, de esta publicación expuso el trabajo en una galería con la pared pintada con los colores característicos de ese supermercado y un póster con todos los perros fotografiados.
Blanca Sanfélix, proyectos en su día a día
Y tras Mati Martí y Laura Donate, Blanca Sanfélix presentó su obra autoral a los asistentes de Jardín Remoto Experience. Comenzó mostrando su proyecto ‘Camino’, que surgió cuando decidió hacer el camino que recorría a diario de casa a la universidad, y al revés, como cuatro veces al día, caminando en lugar de en coche.
“Son como diez kilómetros de campo hasta que llegas a la ciudad”, explica.
A este proyecto se sumó ‘Chiu chiu’, al que se refiere como un trabajo “un poco friki” que le lleva “mucho” su familia, porque versa sobre la afición de su padre de enseñar a cantar a los pájaros para llevarlos a concursos de canto de pájaros.
“Él está todo el año con eso, a veces los cría, les da de comer brócoli, papillas y los tiene en casa desde que son un huevo y les enseña a cantar”, explica. No sólo eso, sino que a Sanfélix su padre le obligaba a “hacer de DJ de pájaros, intentando conseguir la canción perfecta para que los pájaros luego hicieran esas notas” musicales.
Según explica, se trata de “una afición en Valencia pero también se da en Andalucía, Zaragoza y Turquía”.
“El tema no me interesaba mucho al principio, pero me pareció una excusa para estar más con mi padre”, recuerda.
Con respecto a los proyectos editoriales, de Tapas Duras, las tres recuerdan que, por ejemplo, les invitaron a hacer una exposición exprés y efímera de un fin de semana en un garaje de Valencia. Tenían que hacerlo todo en una semana y caminando por el barrio chino de Valencia encontraron un concurso de fotos de jubilados.
Entonces se les ocurrió hacer una exposición de “fotos de fotos”. “Nos colamos en la entrega de premios del concurso de la Asociación de vecinos de Jerusalén y esto fue el proyecto más exprés que hemos hecho, en un día, hicimos las fotos, imprimimos, montamos la expo y todo”, recuerdan.
El primer fotolibro, un encargo de Ricardo Cases
Tras presentar cada una de las tres diseñadoras su obra fotográfica autoral, las tres mostraron los libros fotográficos realizados para otros autores desde el origen de Tapas Duras.
“En este momento apareció Ricardo Cases en nuestra vida, que es como nuestra dinamo”, señalan, para, a continuación, hacer referencia a su serie de fotos de grafitis y falleras. “Nos llamó para ver si estaba en nuestra línea editorial y fue el primer trabajo que diseñamos y publicamos para otra persona”, recuerdan.
Además, aseguran que disfrutaron “muchísimo” y fue un fotolibro que “se vendió prácticamente en un día”.
Las tres diseñadoras aseguran que aprendieron “mucho” de cómo diseñar para otro fotógrafo, “sin apropiarte de sus fotos”. “Estas fotos respiraban solas”, reconocen. En este sentido, apuntan que, a veces, los editores y diseñadores pecan de “intervenir mucho” en los proyectos, desde el deseo de dejar su huella. Después de ese trabajo con Cases también entró en la vida de Tapas Duras el ya fallecido Paco Llop. “En 2019 sabía que tenía cáncer pero no paró, esteba echo polvo pero su pasión eran los fotolibros y no descansó”, recuerdan.
‘Xufa’ es uno de sus proyectos, enfocado en Valencia y su huerta. Otro fotolibro que ha hecho Tapas Duras es ‘La vida sencera’ de Paco Martí, al que se refieren como “uno de los mejores fotógrafos de España. “Nos sentíamos unas privilegiadas de poder contar su historia”, dicen.
También trabajaron en ‘Wow long is forever’ de Tatiana Schlor, que tenía miles y miles de fotos y a la que ayudaron a “centrar” la edición.
Según señalan, se dieron cuenta de que el archivo de esta fotógrafa tenía “un personaje central que era su hija a la que había fotografiado durante años y que era como ‘Alicia en el país de las maravillas’”, así como muchos retratos de perros que luego utilizarían para “separar” los capítulos del fotolibro. Entre tanto también surgieron proyectos propios como ‘Anticopy’, que surge cuando descubrieron en páginas web de venta de segunda mano que la gente generaba una especie de marcas de agua, con bolígrafos, mecheros u otros objetos, que colocaban sobre fotografías a la venta para que no te las pudieras descargar y usar.
“Nos hacía gracia y con pantallazos fuimos recopilando esas imágenes y añadimos en los pies de foto los números de contacto, así si te gustaban las podías comprar, era ‘win win’”, bromea Laura. También hablan de ‘Marcus’ de Rodrigo Roher, que se había dedicado a fotografiar cogotes en homenaje al pintor abstracto Marc Rothko, que en vez de en fotolibro materializaron en láminas, con portadas serigrafiadas y unidas en un taco con unas gomas.
Por otro lado, señalan que han publicado la poesía del artista y fotógrafo chino Ren Hang, que subió toda su obra a Internet antes de suicidarse y que había sido traducida al español. “Las páginas de la derecha van en blanco porque nos llevan al vacío existencial de Ren Hang que tenía depresión”, indican. ‘Weekend’ de Gala Font de Mora es uno de los últimos fotolibros que han hecho y que muestra los últimos autocines que sobreviven en España.
Revisión de portfolios
Tras su ponencia del sábado 9 de noviembre, el domingo 10 de noviembre por la tarde Blanca Sanfélix, Laura Donate y Mati Martí revisaron durante cuatro horas los proyectos fotográficos de los asistentes de Jardín Remoto Experience, en turnos de 15 minutos, para inspirar y dar ideas a los participantes en torno a cómo convertir su obra en fotolibros, fanzines o cualquier otro tipo de publicacióm impresa.
Blanca Sanfélix revisó los trabajos fotográficos de Susana Navaridas, Gorka Arnaiz, Paquita Martos, Lorena Lacalle, Iñigo Deangulo, Azucena García, Yun Olazabal, Izaskun Pérez, Ilya Ruido, Leyre Mon, Iván Martín y Juanjo Martínez.
Laura Donate revisó los trabajos fotográficos de Carol Cube, Endika Díaz, Leyre Mon, Yun Olazabal, Iván Martín, Silvia Terreros, Susana Galbis, Maryge Rosado, Ander Fernández, Azucena García, Pedro A. González y Ángel Valencia.
Y Mati Martí revisó los trabajos fotográficos de Andrés Gómez, Ángel Valencia, Pedro A. González, Susana Galbis, Ilya Ruido, Jorge Bravo, Adirane Azcuenaga, Leire Mon, Yun Olazabal, Lorena Lacalle, Endika Díaz y Paquita Martos.