Tras el anuncio de la ganadora de la súper beca Jardín Remoto y de los cuatro ganadores de las becas, Gustavo Bravo ha dado la bienvenida al ganador de ArabaClick 2023 Gorka Arnáiz, recién llegado de ver por primera vez su exposición en la Sala Amárica.
«He tenido la oportunidad de disfrutar la exposición en soledad y me ha fascinado, muchas gracias por vuestro trabajo. Me ha gustado especialmente la impresión de las fotografías. Volveré a verla todos los fines de semana con familiares y amigos».
Gorka Arnáiz, recién llegado de Senegal, donde realizó las fotografías de la exposición, ha explicado cómo fue el proceso de realización de las fotografías, y lo mucho que ha disfrutado del trabajo de acompañamiento y de diseño la exposición y puesta en pared».
‘UBBEEKU Puerta sin retorno’
En el siglo XVIII Senegal fue un país dominado por esclavistas que capturaron a miles de ciudadanos libres para explotarlos en plantaciones de Estados Unidos, Brasil y el Caribe.
Convirtieron la pequeña y paradisiaca Isla de Gorée, a apenas dos millas de su capital Dakar, en una jaula de esclavos encadenados que esperaban los barcos que le alejarían para siempre de su Senegal natal.
En esta isla de apenas 17 hectáreas, ordenaron construir hasta una treintena de «casas del esclavos», cárceles temporales con una puerta sin retorno. La puerta que atravesaban amenazados por el látigo sin poder mirar atrás y la puerta por la que muchos cadáveres fueron lanzados al mar.
Hoy la Isla de Gorée es Patrimonio de la Humanidad y una de estas casas de esclavos es un museo que mantiene abierta La Puerta Sin Retorno para que la memoria histórica siempre recuerde una de las mayores barbaries humanas.
Tres siglos después, Mbaye inspira este proyecto fotográfico homenaje a los más de 60.000 compatriotas que cruzaron la única puerta del mundo por la que sólo se podía salir.
El fotógrafo Gorka Arnaiz desarrolla su proyecto artístico en torno a esta puerta por la que ahora también se puede entrar. La que hoy día atraviesa desde fuera hacia adentro Mbaye, un hombre libre que a los 15 años salió de Senegal rumbo a Euskadi en busca de una vida mejor y que la encontró.
Mbaye malvivió en las calles de Algorta como mantero hasta que fue rescatado por un vecino que le ofreció techo y educación. Hoy tiene 36 años y es enfermero en Osakidetza. Vive aquí, pero continúa en el quicio en una puerta que le impide ser de aquí o de allí.
Africano aquí y occidental allí, Mbaye flota en una eterna odisea entre dos mundos muy diferentes que comparte con miles de compatriotas que van y vienen. Que son de aquí y de allí.
Para millones de personas como Mbaye, la Puerta Sin Retorno sigue abierta…