La obra de la artista estadounidense Francesca Woodman (1958 – 1981) se realizó en los últimos nueve años de vida, entre sus 13 y sus 22 años de edad, en una constante búsqueda del yo, hasta que su trágico suicidio.
La exposición ‘Francesca Woodman. On being an angel’ muestra el talento prodigioso de una de las fotógrafas más grandes de todos los tiempos a través de 102 fotografías y 6 cortometrajes.
Esta inquietante artista estadounidense construyó su fugaz historia autorretratándose obsesivamente.
De ella se ha dicho que era excéntrica, introvertida, apasionada, carismática, provocadora, muy teatral, que estaba frenéticamente obsesionada con su imagen y con la búsqueda del yo.
Con un talento innato y precoz, Woodman creó un corpus fotográfico impregnado de simbolismo. Sus imágenes están centradas fundamentalmente en el cuerpo de la mujer. Se autorretrató desnuda, retorcida, semi oculta, disfrazada y desdibujada en lugares abandonados, casi fantasmagóricos.
En sus fotografías encontramos referencias a una belleza frágil y etérea, a la vez de tenebrosa y, en muchos casos, en escenarios bucólicos y decadentes.
Tras su trágico suicidio en 1981, Francesca Woodman se convirtió en una fotógrafa de culto que, a día de hoy, sigue generando debate y preguntas sin respuesta.
Todo ello forma parte de ese halo de misterio que rodea a su figura y que está presente en cada una de las fotografías de esta exposición, cuyo título hace referencia a uno de los temas preferidos que la artista: “ser un ángel”.