Sakiko Nomura

Sakiko Nomura (1967, Yamaguchi) es una fotógrafa de relevancia internacional cuya obras obras destacan por el grano grueso, el alto contraste y el desenfoque.

Discípula de Nobuyoshi Araki durante dos décadas, Sakiko Nomura se ha centrado en retratar el cuerpo masculino desnudo, subvirtiendo las reglas y desafiando los estereotipos de toda una tradición con gran peso, tanto en Occidente como en Oriente, y fundamentalmente en Japón si bien su obra se aleja del tópico del cuerpo desnudo como fantasía sexual.

«Nomura obliga a cuestionar la manera en que tradicionalmente se ha mirado el cuerpo en la fotografía. Su obra no es solo provocadora, sino también profundamente íntima y poética», afirma Enrique Juncosa, el comisario de su primera gran retrospectiva europea que se expone esta primavera de 2025 en la Fundación Mapfre.

«La fotografía es sacar fotos de desnudos, enfrentarse a la existencia descubierta», explicó Sakiko Nomura en una entrevista en el año 2022.

Masterclass relacionada

Biografía de Sakiko Nomura

Primeros años

Foto: Nobuyoshi Araki

Sakiko Nomura nació en 1967 en Yamaguchi, ciudad de Shimonoseki (Japón).

En 1991, a los 24 años de edad, Sakiko Nomura se licenció en Fotografía por la Universidad Kyushu Sangyo (Fukuoka), institución reconocida por su innovación en programas artísticos y culturales.

Al año siguiente, en 1992, con 25 años de edad empezó a trabajar con el fotógrafo Nobuyoshi Araki con quien pasaría los siguientes 20 años de su vida profesional.

En esta década de los 90 en Japón lo habitual era que los protagonistas de los desnudos fueran mujeres, que se mostraban y exhibían para la mirada patriarcal.

La década de los años noventa en Japón se conoce como «los años perdidos»: la burbuja económica había estallado y la crisis financiera de 1989 había ralentizado el crecimiento de la sociedad. Para el ámbito del arte y la fotografía fueron, sin embargo, tiempos de Internacionalización y cambio.

La conciencia de las mujeres cambió radicalmente y surgió un verdadero florecimiento de nuevas artistas como Sakiko Nomura.

Sakiko Nomura trabajaba para Araki, pero también realizaba su propia obra personal. Retrataba desnudos a sus amigos en espacios privados tales como habitaciones de hotel o semiprivados de forma recurrente.

En esa década, la sociedad japonesa ejercía una fuerte discriminación hacia la mujer. Al convertirse el hombre en sujeto de la fotografía, Nomura subvirtió las reglas aceptadas tácitamente durante décadas.

El primero modelo al que retrató Sakiko Nomura fue Hiroki Kurotaki: le retrataría durante veinte años, hasta su muerte, a causa de una sobredosis.

En 1994, a los 27 años de edad publicó su primer libro ‘Naked Room’ (La habitación desnuda) con fotografías de Hiroki Kurotai.

Fue el primer libro de un total de 40 fotolibros, siempre producidos por ella misma con extremo cuidado.

Fotolibros de Sakiko Nomura

Su obra ha sido publicada en una treintena de fotolibros, la mayoría en blanco y negro.

Sus tres libros más reconocidos son Black Darkness (Oscuridad negra; 2008), NUDE/A ROOM/ FLOWERS (Desnudo / una habitación / flores; 2012) y Fate in apring (El destino en primavera; 2020).

Los tres incluyen gran parte de las señas de identidad de su autora, con fotografías oscuras que desarrollan una suerte de épica de la intimidad.

Black Darkness‘ hace referencia a un término budista que se relaciona con el infierno, un título propuesto a la artista, en tono de broma, por el maestro Nobuyoshi Araki. Se compone de imagenes de desnudos masculinos, rascacielos entreviatos en la niebla, dormitorios vacíos, flores, la espuma de las olas del mar, todo ello en blanco y negro. Son fotogratias muy oscuras que generan distintos significados oníricos y emociones casi ancestrales.

El libro ‘NUDE / A ROOM / FLOWERS‘ de sakiko Nomura incluye algunas fotografías en color y amplía el vocabulario de Nomura con Imagenes de sus viajes por distintas cludades -como Venecia, Berlín, Pekín o Cracovia-, así como con inte-riores de hospitales y de iglesias, cementerios y alguna escasa vista diurna. 

Y el libro de Sakiko Nomura ‘Fate in spring‘ le permite a la artista presentar imágenes dobles, solapadas, y no necesariamente relacionadas entre si, que al unirse suscitan ideas inesperadas. Black Darkness (2008)

'Night Flight': las fotografías en color de Sakiko Nomura

En el año 2008 publicó uno de sus fotolibros más destacados: ‘Night Flight’, con fotografías en color, combinando imágenes de hombres desnudos en habitaciones de hotel con escenas de aviones despegando, luces nocturnas desenfocadas y chimeneas industriales humeantes. Esta selección de elementos dota al libro de un marcado carácter erótico y melancólico, evocando la memoria de encuentros fugaces.

Sakiko Nomura alterna fotografías de hombres desnudos tumbados en camas de habitaciones de hoteles oscuras, mirando a la camara, fumando o junto a sus parejas, con imágenes de aviones despegando o aterrizando, luces nocturnas desenfocadas, chimeneas industriales humeantes y fuegos artificiales, que adquieren una clara significación erótica. Lo que vemos parecen ser los recuerdos de distintos encuentros sexuales, centrados en el antes o el después, como si en último término se tratara de un viaje hacia la oscuridad de la noche.

El fotolibro incluye un texto firmado por el cineasta Tatsushi Omori, en el que rememora haber posado desnudo para la artista diez años antes, en una habitación oscura con una luz anaranjada. Según Omori, Nomura sitúa a sus personajes en un mundo caótico de luces y de sombras, sin límites precisos y de carácter melancólico, casi evanescente, en el que las camas son una representación del cielo. Los elementos que componen las escenas se encuentran en un movimiento inestable y se convierten en metáfora de la memoria, una cuestión emocional que es concreta e imprecisa al mismo tiempo.

«»¿Qué estoy haciendo? Me encuentro desnudo, tumbado en la cama en una suave oscuridad. La luz de la lámpara brilla como si estuviera flotando en el aire. Las sábanas de seda se sienten bien envueltas alrededor de mi piel. Sentada con las piernas cruzadas a los pies de la cama hay una mujer sosteniendo una pequeña cámara. ¿Quién podría ser? Más allá de la cámara veo piel blanca. Ropa negra. El sonido sensual de una voz de mujer. ¿Qué podría estar diciéndome aquí, en mi desnudez? El sonido de un obturador haciendo clic. De nuevo ella Dice algo. Los sonidos suaves me impresionan con su elegancia, pero suenan como si vinieran de muy lejos. Me pregunto qué dice. La voz que habla es más sonora. Y sin embargo, es tan fuerte como la seda de una araña. no lo hagas Sé. La película no puede ser débil. O eso creo. De nuevo, el sonido de un clic. El velo tiembla ligeramente. Miro distraídamente mi brazo frente a mí. El tono de la mujer se desvanece en la distancia. La película siempre corta la luz, a veces confundiéndola. Me llevan a un mundo de oscuridad caótica. Y una vez más vuelvo al mundo de la luz. Pero por un instante me siento perdido entre ellos».

Las fotografías de Sakiko Nomura en Granada

En verano de 2024, en el marco de la preparación ‘Sakiko Nomura. Tierna es la noche’ que se inauguraría un año después, Sakiko Nomura visitó España, invitada por la Fundación Mapfre. Sakiko escogió visitar Granada, donde ya había estado años  atrás en una suerte de peregrinación que la llevó hasta Viznar y sus alrededores, donde murió Federico García Lorca.

Tras aquel viaje, en otoño de 2015 Nomura expuso cuatro fotografías en la muestra Teoría del duende, inaugurada con motivo de la apertura del Centro Federico García Lorca.

Las fotos tomadas en este último viaje a Granada son características de su trabajo, entre ellas encontramos imágenes nocturnas y melancólicas de interiores oscuros de bares y de habitaciones de hoteles; carreteras con vehículos solitarios que sugieren tránsitos o viajes; ventanas que delimitan y separan lo interior y lo exterior; desnudos y retratos masculinos; vistas de cementerios; animales o juegos de luces y reflejos ambiguos. Nomura no busca lo exótico, aun estando fascinada, según ha declarado, por el flamenco y habiendo desarrollado anteriormente proyectos con bailarines o coreógrafos. Sus últimas imágenes exploran otra vez su interés manifiesto en hacer visibles cosas que antes no lo eran o lo eran de una forma efimera.

Catálogo 'Sakiko Nomura. Tierna es la noche'

Un catálogo editado por Fundación Mapfre en castellano y por la editorial Prestel en inglés recoge este año 2025 la obra de Sakiko Nomura.

El catálogo, además de una amplia muestra de su obra, incluye ensayos de Enrique Juncosa, comisario de la última exposición de Sakiko Nomura ‘Tierna es la noche’, Simon Baker y Michiko Kasahara.

Exposición 'Sakiko Nomura. Tierna es la noche' en la Fundación Mapfre

La sede madrileña de la Fundación Mapfre expone del 6 de febrero al 11 de mayo de 2025 la primera gran retrospectiva europea dedicada a Sakiko Nomura, compuesta por 142 instantáneas repartidas en varias salas temáticas: viajes nocturnos, flores, desnudos, fotolibros, impresiones oscuras y proyectos documentales; un vitrina que muestra 18 de sus fotolibros y una película creada por la artista expresamente para esta retrospectiva, compuesta tres de sus cortometrajes ‘Hiroki’, ‘Flower’ y ‘Sea’. 

La película, titulada Evocación del mar/ Evocación de las flores / Junto a Hiroki, ha sido dirigida por Sakiko Nomura, ha sido editada por Toshihiro Oshima y cuenta con una banda sonora compuesta por Joel Ribeiro.

La exposición ha sido comisariada por Enrique Juncosa y se titula ‘Sakiko Nomura. Tender is the night’, por la célebre novela de Francis Scott Fitzgerald ‘Tender is the Night’.

La autora de las fotografías, Sakiko Nomura, explica que «casi nunca pongo títulos a mis exposiciones. No quiero que las palabras restrinjan la libertad de la fotografía como forma de expresión ni que la fotografía lleve un mensaje dictado por las palabras. Enrique sugirió Tierna es la noche. Me sentí muy bien con esas únicas palabras. Por supuesto, alude a una novela que me gusta y que he releído varias veces desde entonces. Si tuviera que describir la relación entre el título y mi exposición, diría que es el estado en el que me encontraba tras terminar la lectura”.

La novela de Francis Scott Fitzgerald ‘Tender is the Night’ publicada en 1934 es una de las 100 mejores novelas del siglo XX de la lista de la Biblioteca Moderna.

En 1932, la esposa de Fitzgerald, Zelda Sayre Fitzgerald, fue hospitalizada por esquizofrenia en Baltimore, Maryland. El autor alquiló la finca «la Paix» en el suburbio de Towson para trabajar en este libro, la historia del ascenso y caída de Dick Diver, un joven psicoanalista prometedor y su esposa, Nicole, que también es una de sus pacientes.

Sería la primera novela de Fitzgerald en nueve años y la última que completaría. Mientras trabajaba en el libro, varias veces se quedó sin dinero en efectivo y tuvo que pedir prestado a su editor y agente, y escribir cuentos para revistas comerciales. Los primeros años de la década de 1930, cuando Fitzgerald estaba concibiendo y trabajando en el libro, fueron sin duda los años más oscuros de su vida y, en consecuencia, la novela tiene elementos sombríos.

El título está tomado del poema ‘Oda a un ruiseñor’ de John Keats:

Me duele el corazón y aqueja un soñoliento
torpor a mis sentidos, cual si hubiera bebido
cicuta o apurado algún fuerte narcótico
ahora mismo, y me hundiese en el Leteo:
no porque sienta envidia de tu sino feliz,
sino por excesiva ventura en tu ventura,
tú que, Dríada alada de los árboles,
en alguna maraña melodiosa
de los verdes hayales y las sombras sin cuento,
a plena voz le cantas al estío.

¡Oh! ¡Quién me diera un sorbo de vino, largo tiempo
refrescado en la tierra profunda,
sabiendo a Flora y a los campos verdes,
a danza y canción provenzal y a soleada alegría!
¡Quién un vaso me diera del Sur cálido,
colmado de hipocrás rosado y verdadero,
con bullir en su borde de enlazadas burbujas
y mi boca de púrpura teñida;
beber y, sin ser visto, abandonar el mundo
y perderme contigo en las sombras del bosque!

A lo lejos perderme, disiparme, olvidar
lo que entre ramas no supiste nunca:
la fatiga, la fiebre y el enojo de donde,
uno a otro, los hombres, en su gemir, se escuchan,
y sacude el temblor postreras canas tristes;
donde la juventud, flaca y pálida, muere;
donde, sólo al pensar, nos llenan la tristeza
y esas desesperanzas con párpados de plomo;
donde sus ojos claros no guarda la hermosura
sin que, ya al otro día, los nuble un amor nuevo.

¡Perderme lejos, lejos! Pues volaré contigo,
no en el carro de Baco y con sus leopardos,
sino en las invisibles alas de la Poesía,
aunque la mente obtusa vacile y se detenga.
¡Contigo ya! Tierna es la noche
y tal vez en su trono esté la Luna Reina
y, en torno, aquel enjambre de estrellas, de sus Hadas;
pero aquí no hay más luces
que las que exhala el cielo con sus brisas, por ramas
sombrías y senderos serpenteantes, musgosos.

Entre sombras escucho; y si yo tantas veces
casi me enamoré de la apacible Muerte
y le di dulces nombres en versos pensativos,
para que se llevara por los aires mi aliento
tranquilo; más que nunca morir parece amable,
extinguirse sin pena, a medianoche,
en tanto tú derramas toda el alma
en ese arrobamiento.
Cantarías aún, mas ya no te oiría:
para tu canto fúnebre sería tierra y hierba.

Pero tú no naciste para la muerte, ¡oh, pájaro inmortal!
No habrá gentes hambrientas que te humillen;
la voz que oigo esta noche pasajera, fue oída
por el emperador, antaño, y por el rústico;
tal vez el mismo canto llegó al corazón triste
de Ruth, cuando, sintiendo nostalgia de su tierra,
por las extrañas mieses se detuvo, llorando;
el mismo que hechizara a menudo los mágicos
ventanales, abiertos sobre espumas de mares
azarosos, en tierras de hadas y de olvido.

¡De olvido! Esa palabra, como campana, dobla
y me aleja de ti, hacia mis soledades.
¡Adiós! La fantasía no alucina tan bien
como la fama reza, elfo de engaño.
¡Adiós, adiós! Doliente, ya tu himno se apaga
más allá de esos prados, sobre el callado arroyo,
por encima del monte, y luego se sepulta
entre avenidas del vecino valle.
¿Era visión o sueño?
Se fue ya aquella música. ¿Despierto? ¿Estoy dormido?

Entrevista al comisario de la exposición de Sakiko Nomura

El lunes 17 de febrero de 2025 el comisario de la exposición ‘Sakiko Nomura. Tierna es la noche’ Enrique Juncosa participó en las Jardín Remoto Talks de Jardín Remoto, el Metaverso de la Fotografía.

También escritor de poesía, además de gestor cultural y comisario, en la entrevista Enrique Juncosa le contó a Gustavo Bravo cómo hace diez años descubrió a la artista a través de uno de sus libros en un viaje a Japón, en la tienda de un museo. En aquel momento, Juncosa iba a publicar un libro de poesía y quiso ilustrar con una foto de Sakiko Nomura la portada de este libro. La contactó, logró que la autora le cediera aquella imagen, y allí comenzó una relación que se ha extendido hasta la actualidad, cuando Enrique presenta en Europa la primera gran retrospectiva de esta fotógrafa japonesa.
Durante una hora de entrevista, Enrique Juncosa le confiesa a Gustavo Bravo todos los detalles sobre esta exposición que se muestra en el Paseo de Recoletos hasta el 11 de mayo de 2025 y ambos conversan sobre la situación actual de la fotografía y del arte en general en España.