La artista peruana Cecilia Paredes (Lima, 1950) es uno de los máximos referentes mundiales en performance, fotografía, instalación y escultura, que trabaja la autorrepresentación con el paisaje y la fauna como tema central de su obra. En sus obras de performance y fotografía, se mimetiza con animales y plantas y se camufla con los paisajes. En sus trabajos, la justicia verde, el exilio y la migración son temas onmipresentes.
Cecilia Paredes es una de las artistas latinoamericanas más talentosas e influyentes de todo el mundo. Destaca su capacidad de experimentar y canalizar lo que siente ante las mayores tragedias e injusticias utilizando su propio cuerpo, para después registrarlo en fotografías que invitan al espectador a participar de su viaje interior.
En las obras de Cecilia Paredes la migración forzosa, la violencia, el anhelo y el deseo de regresar siempre están presentes. En juventud tuvo que huir de su país natal y medio siglo después este trágico suceso sigue marcando sus instalaciones, esculturas y obras performativas fotografiadas.
Ella misma es la que sufre en su cuerpo las decisiones conceptuales de sus obras, llevándola a posturas, situaciones y condiciones extremas que terminarán convirtiéndose en fotografías.
Muchos de sus trabajos esconden horas de trabajo, dolor físico y emocional, que a Paredes le sirven para experimentar un viaje interior que permanece en la obra, aparentemente plástica e inofensiva.
Cecilia Paredes parte de la naturaleza para dotarla de sentido. Se apropia de hojas, plumas, caparazones o espinas de peces para hablar de justicia verde y toma de conciencia. Cecilia Paredes convierte a los animales, las plantas, los minerales y corales en icono sagrado. Dota a la naturaleza de metáforas y símbolos que hablan de nuestra relación como especie con el resto de seres vivos.
La fuente de inspiración de Cecilia Paredes es la Mitología clásica. De ella bebe y absorbe las ideas a las que da forma en sus performances, instalaciones expositivas y esculturas. Y está plagada de motivos que recuerdan a la historia de Perú y a la religión y los ritos, que a su vez van unidos a su propia historia. Convierte los mitos ancestrales en cultura contemporánea.
Cecilia Paredes nació en Lima (Perú) en 1950 en el seno de una familia acomodada. Estudió Bellas Artes en la Universidad Católica de Lima y en su época de estudiante desarrolló un intenso activismo político. Una fraccionó de Sendero Luminoso la amenazó de muerte y ella tuvo que exiliarse en México en 1983, a la edad de 33 años. Fue víctima de una migración forzada que marcaría sin ella saberlo toda su futura obra artística.
En 1988 dejó México para continuar sus estudios artísticos en Europa en el Cambridge Artes and Crafts School de Inglerra y la Scuola del Nudo de Roma. Y regresó a Latinoamérica, concretamente a Costa Rica, donde viviría los siguientes 25 años y se desarrollaría como artista comprometida con el medio ambiente y los derechos de los animales más marginales.
En Costa Rica, su fauna y su flora cautivaron a Cecilia Paredes que comenzó a realizar sus performances con medios limitados pero que no le impidieron iniciar la creación de un universo propio: el de la autorrepresentación a través de performances artísticas haciendo uso de elementos animales y naturales. Una de sus primeras autorrepresentaciones la realizó tiñendo su torso y su rostro con betún de zapatos y coronando su cabeza con la réplica de una cornamenta de un ciervo que un amigo taxidermista del museo nacional de Costa Rica le prestó para hacer el molde y poder crear la fotoperformance y una escultura.
En 1998 recibió el Premio Nacional de Grabado ICPNA de Lima, Perú, y su obra se expuso en exposiciones colectivas en el Latin American Museum of Art, Los Angeles, California o en la Fundación Rockefeller.
En el año 2000 realizó su primera exposición individual en el Contemporary Museum of Art&Design en San Jose, Costa Rica y su obra se expuso en Banff Centro para las Artes, Canadá. En 2001 expuso de manera individual en el Museum of Modern Art of Guatemala y en 2002 su obra se mostró en el Museum of Panama, Panama. Este año 2002 recibió la Primera Mención de Honor Bienal Centroamericana, Managua, Nicaragua.
En 2005 su trabajo cautivó a los asistentes a la 51ª Bienal de Venecia. Fue la artista más destaca esa edición en el Pabellón Latinoamericano y el mundo del Arte se rindió a sus pies. En ese año 2005 Cecilia Paredes se mudó a Philadelphia, EE.UU, donde en la actualidad es profesora invitada en la Universidad de Pensilvania.
Su universo seguía sumando fotoperformances, instalaciones y esculturas y las obras de Cecilia Paredes sumaba importantes exposiciones en los Museos de Arte más importantes del mundo (Museo de Arte Moderno de Moscú o el Palacio Vladimir del Museo Hermitage en San Petersburgo, Rusia, entre otros) y en universidades como la de Salamanca o el Museo Universidad de Navarra en España o Indiana y Humboldt en California.
Y al igual que su obra recorría el mundo entero, Cecilia Paredes sumaba a su trabajo premios como el de la mejor exhibición de artista extranjera en Chile (2010) o el Premio a la Excelencia Pingyao Photo Festival en 2014 en China.
Su obra llegó a España por la puerta grande en 2015 gracias a la gran exposición comisariada por su galerista Blanca Berlín y por Alejandro Castellote en Tabacalera Promoción del Arte en Madrid. La exposición llamada ‘Oyendo con los ojos‘ albergó todas sus grandes instalaciones, esculturas y fotografías, desde los telares de cobre, que es el oro de su Perú natal, pasando por los trajes de niña cosidos con plumas para darles alas para volar, su camisa de guerrero compuesta por dientes, sus barcas y ríos de brillantes, su obra de arte sonoro realizada con palos de lluvia y su gran instalación compuesta por los miles de deseos de compatriotas con parientes migrados que encontró en una urna bajo el cuadro de un santo en una iglesia de Lima.
MUSEO UNIVERSIDAD DE NAVARRA
En 2019 su obra vital se expuso en el Museo Universidad de Navarra. La exposición se llamó ‘El no retorno‘
En 2022 fue galardonada con el Premio Iberoamericana de Toro (España) y el Premio Estampa, Madrid (España). También en 2022, su obra fue la imagen del Festival Internacional de Cine de Cannes.
La Galería Blanca Berlín de Madrid alberga su obra. «Parte de lo que nos caracteriza como humanos es nuestra habilidad para ver más allá de la estrecha puerta por la que vinimos al mundo, para crecer más allá de la cultura de nuestro nacimiento, reconociendo la existencia de otras culturas, de otros patrones de vida. Si bien la cultura de nuestro nacimiento esté siempre impresa en nosotros y el misterio de la identidad nunca se llega a resolver por completo, siempre perteneceremos a un momento y a un lugar al que nunca podremos volver».
En la actualidad vive y trabaja en Philadelphia.