Ramón Masats (1931 – 2024) fue uno de los autores españoles de la renovación del reportaje documental de los años sesenta. Premio Nacional de Fotografía 2004, es considerado por muchos el mejor fotógrafo de España.
Sus coetáneos le recuerdan como el fotógrafo más brillante y conocido de su generación. De lo que no hay duda es de que fue el primer gran reportero de su época.
La obra de Ramón Masats es una de las más influyentes de la historia de la fotografía española, pionero de un modo de retratar contemporáneo.
Fue probablemente el fotógrafo más admirado por sus coetáneos, los fotógrafos de AFAL Alberto Schommer, Carlos Pérez Siquier, Joan Colom, Gabriel Cualladó, Francisco Gómez, Gonzalo Juanes, Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Francisco Ontañó, Ricard Terré y Julio Ubiña, a quien Carlos Pérez Siquier denominaba «el Cartier Bresson español».
Ramón Masats fue un fotógrafo clave para comprender la madurez del reportaje fotográfico en España, un referente en la historia de la fotografía contemporánea y un imprescindible por su aportación al concepto de autoría y construcción de la imagen fotográfica. Tenía un poderosísimo instinto fotográfico y una capacidad excepcional para captar lo que ocurría a su alrededor aportando su carácter irónico y transgresor .
Pionero de la fotografía documental de talante contemporáneo, de su obra destacan su mirada humana y su mirada irónica al retratar los ritos castizos y folclóricos españoles a los que él denominaba tópicos con los que la cultura oficial bendecía los valores patrios
Su relato dibujaba con maestría una imagen de país atrapado en la pobreza material, laminado en lo social y acérrimo en su atadura espiritual.
A su mirada humana e irónica se sumaba el poderoso grafismo de sus fotografías. Estas tres características fusionadas en las fotografías de Masats significaron la nueva impronta de la fotografía documental, en la que la personalidad del fotógrafo construye una sugerencia más allá de la mera realidad óptica de la imagen fotográfica, y su interpretación final queda en manos solo del espectador. Sugerencias fotográficas que han colonizado nuestra memoria.
Ramón Masats nació en 1931 en Caldas de Montbui, provincia de Barcelona.
Gran aficionado a la fotografía desde sus tiempos mozos, desde joven fue un fotógrafo intuitivo y con instinto para la creación fotográfica.
Su formación fue autodidacta y, como afirma la historiadora Laura Terré «cercana a la fotografía documental francesa, participando de la renovación de esta técnica a través de sus composiciones innovadoras y, sobre todo, de la plasmación de sus realidades más cercanas de una forma directa y espontánea, sin estudios previos ni retoques».
Sus fotografías de los años 50 nos adentran en la modernidad. Masats se define a sí mismo como «artesano» que en aquella época retrató los tópicos “de forma lateral, para sacarles punta”.
En 1953, con 22 años, tras su ‘Reportaje sobre Las Ramblas’ comenzó a ser reconocido. Este trabajo contextualizado en Barcelona sí fue temático pero a lo largo de su carrera se desvinculó de temáticas concretas.
En 1995 ingresó en la en la Sociedad Fotográfica de Cataluña, uno de los cenáculos más emblemáticos de la fotografía oficial, nacida del tardo-pictorialismo.
Xavier Miserachs le recuerda como un joven fotógrafo: “Impulsivo y vital, llegó a la Sociedad sin formación estética propia, pero tenía un instinto extraordinario. Ningún prejuicio teórico coartaba su aproximación a la realidad. Jamás he vuelto a encontrar a alguien que comprendiese tan rápidamente para qué sirve una cámara”.
Pronto destacó por la seguridad de su mirada certera que huía de lo solemne y pretencioso en busca del espectáculo de la vida, que retrataba con su agudo ojo irónico y su sentido transgresor. Fue el mejor de aquella generación de fotógrafos es retratar la realidad cambiante del país, según confiesas sus compañeros.
En aquel 1955, a los 24 años de edad, empezó a trabajar en un ensayo fotográfico sobre ‘Los Sanfermines’, una obra básica en su carrera que presentó en 1962.
En 1957, con 26 años, se mudó a Madrid e ingresó en la Real Sociedad Fotográfica madrileña en el seno de la cual fundaría dos años después ‘La Palangana’ junto a sus amigos Leonardo Cantero, Gabriel Cualladó, Paco Gómez, Francisco Ontañón y Joaquín Rubio Camín, a los que se unirían después Fernando Gordillo, Gerardo Vielba, Juan Dolcet y Sigfrido de Guzmán.
‘La Palangana’ huía de los criterios academicistas y del pictorialismo y se acercaba al neorrealismo español. Los fotógrafos pusieron su ojo en los suburbios y fotografiaron lo que hasta entonces parecía que no existía.
En ese mismo año 1957 ingresó en el Grupo AFAL, creado en Almería siete años antes 1950 para modernizar el lenguaje fotográfico deuna España sometida a una dictadura también en lo fotográfico.
En 1962, con 31 años, además de ‘Los Sanfermines’ que había iniciado siete años antes, publicó ‘Neutral Corner‘, su particular visión del boxeo, con textos de Ignacio Aldecoa. La crítica denomina este trabajo como el más rotundo e irreprochable de su autor, en el que ofrece una visión deslumbrante del sórdido universo del boxeo, poblado de seres marginales que luchan por su menguada parcela de esperanza en los arrabales de las grandes ciudades.
En 1964, a la edad de 33, publicó ‘Viejas historias de Castilla la Vieja‘, con textos de Miguel Delibes.
Ese año expuso junto al fotógrafo y director de cine Carlos Saura y al año siguiente (1965) se acercó al cine (películas ‘El que enseña’ (1965) y ‘Topical Spain’ (1970)) y a la televisión (Conozca usted España (1966), Los ríos (1966) y Raíces (1971)).
Carlos Saura no exagera cuando afirma que “Pocos fotógrafos me han dejado una huella tan profunda como Ramón Masats. No creo equivocarme si digo que con él se actualiza, renueva y moderniza el concepto de reportaje en España. Es uno de los grandes fotógrafos de este siglo, y no exagero”.
En 1981, con 50 años, volvió a dedicarse plenamente a la fotografía, pero esta vez a color por las nuevas exigencias editoriales.
En 1988, con 57 años, recuperó su pasión de reportero en su obra ‘Desde el cielo a España’ y diez años después volvió a deslumbrar con Toro (1998).
En el año 2000 decidió colgar la cámara, para no retomarla más.
Su carácter transgresor e irreverente y su ingenio irónico y sarcástico impregnan todas sus fotografías.
Nunca buscó la gloria, le gustaba estar solo, vivir aislado y rozaba la misantropía pero en los últimos años le llovieron premios que recibió con suma gratitud.
El autor cuenta que le ofrecieron ser miembro de la agencia Magnum, pero que lo rechazó porque era muy vago.
En 2020, a sus 89 años de edad, el Ministerio de Cultura y Deporte, Tabacalera Madrid Promoción del Arte y PHotoESPAÑA le han dedicado una gran exposición comisariada por Chema Conesa y positivada por Juan Manuel Castro Prieto, que también se ha publicado en formato libro.
«Visit Spain: Directo, simple y en inglés, la España autárquica de finales de los años cuarenta eligió este eslogan para publicitar nuestro país. Terminaba la guerra en Europa, el régimen franquista intentaba posicionarse en el nuevo orden mundial y de paso conseguir ingresos para la exhausta economía. La posibilidad que ofrecía el inicio de la cultura del viaje y una oferta barata iniciaron el proceso que convertía al turismo en industria nacional una década después.
El fotógrafo Ramón Masats iniciaba su trayectoria profesional en 1955. llegó a Madrid de su Cataluña natal dispuesto a vivir un oficio que iniciaba entonces un tímido reconocimiento. En aquel tiempo, aún por desarrollar la televisión, la fotografía era el vehículo idóneo para reconocer y reconocernos, el reportaje fotográfico interesaba a todos, desde el gobierno como órgano de propaganda hasta el último ciudadano.
Al tiempo que se construían infraestructuras de comunicación y se fraguaba el boom hotelero, la publicidad necesitaba imágenes atractivas y modernas que poblaran el sueño del renacer económico y social que prometía el turismo.
Diferentes publicaciones y el mismo Ministerio de Información y Turismo pusieron en marcha una serie de profesionales para obtener esas imágenes tan necesarias para las primeras guías turísticas. Entre esas publicaciones destacaba ‘Gaceta Ilustrada’, una revista que perseguía los logros gráficos de publicaciones como ‘Life’ o ‘Paris Match’ y confiaban a la fotografía un papel relevante en el nuevo esquema profesional. Ramón Masats encontró allí su hueco como colaborador al llegar a Madrid.
Sucedió entonces que, entre disparo y disparo, los más dotados de estos fotógrafos experimentaron la práctica de un lenguaje sintético que centraba en la figura humana y en el grafismo poderoso de la composición todo su interés.
Ramón Masats destacó entre ellos. Practicó un activismo militante en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid y formó parte de los grupos que significaron la vanguardia fotográfica española, como el madrileño La Palangana y el grupo AFAL, donde se encontraron los mejores fotógrafos del momento. Toda una generación mágica tras la huella de Catalá Roca.
A bordo de un Seat 600, que logró gracias a Ortiz Echague, presidente de Seat y contertulio de la Real, viajó por la geografía española entre 1955 y 1965, obteniendo un retrato irónico, lúcido y personal de los tópicos con los que la cultura oficial bendecía los valores patrios.
Sin pretensión artística alguna, su trabajo logró convertir la instantánea de una realidad óptica en discurso personal. Había nacido el documentalismo interpretado entreverado en el oficio del periodismo gráfico. La sola fotografía ya no era dogma de lo veraz, el oficiante se convertía en autor, director y responsable de sus afirmaciones visuales y lo sugerido por la imagen obtenía pasaba a ser patrimonio del observador. Claves de la moderna sintaxis fotográfica».
Texto de Chema Conesa, comisario de Visit Spain
«En 1963 estaba en Huelva haciendoun reportaje para unos arquitectos que estaban remodelando unas oficinas bancarias. En aquel momento, las ampliaciones murales de fotografías eran una moda para decorar paredes. Resulta que el director de esa sucursal quería poner una foto de Franco y me dijeron si la podía hacer. Les dije que yo no tenía acceso al Pardo. El director dijo que él se encargaba de todo. Una semana desués recibí una llamada citándome en el despacho del Generalísimo y allí me presenté con mi Hasselblad. Tras unos disparos generales le propuse hacerle un retrato más cercano. Como no llevaba luces, le acerqué a la ventana y comencé a disparar. Interrumpí los disparos para medir la luz cerca de su cara varias veces y me preguntó por qué lo hacía tantas veces. Le dije que con el viento, las nubes tapaban el sol y cambiaba mucho la luz. Me dijo ‘no se preocupe que yo le aviso’. Se puso hacia la ventana y decía… «que viene el sol» y yo ponía el diafragma de sol. «Pare usted, que vienen nubes. Vuelve a salir el sol»… y así hasta que dijo que ya valía. Envié las fotos a Huelva. Nunca se publicaron»
Tras dos décadas alejado de las cámaras, su gran exposición ‘Visit Spain’ la figura de Ramón Masats regresó a la primera plana cultural española y, dada su avanzada edad y que le fallaba un poco el oído, fue su comisario y amigo Chema Conesa quien ofreció su voz en entrevistas, como la que le realizó Gustavo Bravo en Jardín Remoto, el Metaverso de la Fotografía el 28 de septiembre de 2020 y quien le entrevistó para ayudar a su participación en festivales de fotografía y documentales.
El 1 de octubre de 2023 La2 de TVE ha emitido el primer Imprescindibles de la temporada 2023 – 2024 y el primer programa ha estado dedicado a Ramón Masats (Caldas de Montbuy, Barcelona, 1931), uno de los grandes maestros de la fotografía española. El documental lleva por título ‘El ojo irónico‘ de Ramón Masats y está dirigido por Xavier Baig, Jordi Rovira y Òscar Moreno, directores de la serie documental dedicada a fotógrafos españoles ‘Detrás del Instante’, emitida en 2020, 2021 y 2022, ya desaparecida tras tres exitosas temporadas. El programa ya se puede ver en diferido (Ver ‘El ojo irónico’ de Ramón Masats)
Ramón Masats no tenía claro su futuro. No se veía trabajando para siempre en la tienda de pesca salada de su familia. Él quería algo más y el destino hizo que durante el servicio militar cayera en sus manos un ejemplar de la revista Arte Fotográfico que cambiaría su vida. Con dinero sisado a su padre compró una pequeña cámara y aprendió los conceptos básicos de técnica fotográfica. Pronto se dio cuenta que la fotografía que se hacía en España no era la que a él le interesaba, hasta que conoció a otros jóvenes como él. Poco a poco esa generación dorada de fotógrafos revolucionaría por completo la fotografía española. Masats, que lo haría dando una vuelta de tuerca a los tópicos españoles ofreciendo una mirada totalmente renovada, fue uno de sus principales representantes.
A sus 92 años, entrevistado por Chema Conesa, Ramón Masats rememora cómo con su cámara, su espíritu solitario, su libertad de creación y su mirada particular, intuitiva e irónica, consiguió renovar y modernizar la fotografía de este país.
Ésta es la crónica desenfadada de un pionero que realizó su obra a contracorriente mientras se convertía, en opinión de muchos expertos, en el mejor fotógrafo español del siglo XX.
Este lunes 4 de marzo de 2024 Ramón Masats ha muerto en Madrid, ciudad a la que llegó para quedarse en 1957, hace 67 años.
La prensa española despide a «uno de los autores más grandes de la fotografía española y el miembro más destacado del grupo que renovó esta disciplina artística en España a mediados del siglo XX» (El País).
Muere el último ‘Rolling Stone’ de la fotografía española (El Mundo).
El Español despide al maestro de la fotografía documental.
Voz Pópuli dice adiós al fotoperiodista que retrató la España de mediados del siglo XX.
Las imágenes de Jardín Remoto tienen una
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